lunes, 20 de septiembre de 2010

El Drilo... al habla

En los pueblos chicos del interior del país, se puede decir, que policías eran los de antes: serviciales, amigos de la gente, dispuestos ante cualquier hecho delictivo que a las cansadas se producía; algún hurto menor, altercados entre personas, un beodo ocasionando disturbio en la vía pública o baile, etc, etc.
En Huinca Renancó, esta clase de agentes del orden existía. Uno de los tantos era Luís Villegas, conocido entre nosotros como “el Drilo Acuña”, buena persona, honrado, honesto, sencillo, amable, buen esposo y padre; esos personas que no le negaba el saludo a nadie..
Una noche el Drilo, se hallaba de guardia en la comisaría local.
De repente, se escucha por el equipo de comunicaciones de la misma una voz:
- Aquí Laboulaye para Huinca.. me copia... cambio
Villegas, toma el micrófono:- Aquí Huinca para Laboulaye... recibido perfectamente, cambio
- Quién habla allí?, cambio
- El Drilo al habla.. cambio
-Quién!!! – preguntan del otro lado.
- El Drilo... el Drilo Acuña....cambio
- Cómo!!!!
- El Drilo Acuña....!!!
- Por favor, identifíquese!!! Está hablando con el Comisario Mayor.
A lo que al pobre Luís no le quedó otra dar a conocer su identidad verdadera y número de chapa
Dicen, que por este mal entendido, según las reglas policiales al Drilo, le costó cinco días de arresto.-

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Opinión

Don Mario Cóser y Don Víctor Ochoa, herrero y tornero respectivamente y ex docentes de le antigua Escuela del Trabajo “Carlos Pellegrini” (hoy IPET Nº 5 “Carlos Pellegrini) de Huinca Renancó, supieron tener un comercio dedicado al rubro de dichos oficios.
Dicen, que un día llega al mismo, Don José Álvarez, propietario e hijo de unos los pioneros de la industria en nuestra ciudad, como lo fue y sigue siendo el Molino Yerbatero y la Industrial Jabonera, elaboradores de yerba mate y productos de limpieza en general.
Pieza en mano, destinada al torno manipuleado por don Ochoa se la entrega para su posterior reparación.
Luego de varios minutos de exhausto trabajo, la cosa empezó a fallar y don Víctor a ponerse nervioso y tenso.. Y no salía.. intentaba una y otra vez.. y nada..
Don José que observaba y estaba al lado, trata de calmar los ánimo del operario, interrumpiendo el silencio saturado por el ruido de la máquina:
-Mire, Don Víctor…. yo opino que…; a lo que éste muy enojado le refuta de manera cortante:
-Acá!!!, usted no opina una mierda……!!!




martes, 14 de septiembre de 2010

La moto de Violatto


Uno de los tantos personajes célebres que hicieron historia en nuestra ciudad, fue Don Luís Violatto, quién desempeñó por años hasta su fallecimiento, como
prestatario oficial de las empresas Correo y Telecomunicaciones, Ferrocarril y Terminal de ómnibus en distribución de encomiendas que llegaban a Huinca Renancó.
Habremos visto a Don Violatto, transitar por las calles llevando paquetes y otros elementos en diversos medios de movilidad , desde un carro tirado por un caballo, una bicicleta con el portaequipaje adelante, un bici-triciclo con un enorme canasto de hierro en la parte delantera, hasta un vetusta moto marca “Gilera”, que caía en pedazos..
Así el “el Gringo”, como lo conocían todos, realizaba su tarea cotidiana llevando a destino la mercadería procedente de otros lares del país.
Cierto día en su recorrido, su inseparable medio de movilidad, se plantó vaya a saber en que lugar, interrumpiendo de esta manera su labor… Enojado, la lleva hasta un taller de reparación con el fin que le solucionaran el problema.
El dueño del taller, después de inspeccionar la moto le dice:
- Che!!, Gringo… esta moto no tiene gollete.; a lo que Violatto le contesta malhumorado.
- Má!!! .. Si.. ponele uno nuevo

sábado, 11 de septiembre de 2010

El Chancho


Supo vivir en Huinca Renancó, un médico de apellido Berecibar, conocido como "el Vasco" o "el chancho" por su contextura física.
Además de ser propietario de una clínica privada, ocupó cargos de intendente, presidente de uno de los clubes pioneros del futbol local;el Club Atlético Talleres, y por su activa y conocida militancia política, senador departamental.
Fué protagonista principal, allá por el año 74 del siglo pasado, de una tensa y violenta pueblada, que terminó con la expulsión total de parte de los habitantes, de éste profesional.
Todo comenzó, cuando el gobierno provincial había otorgado subsidios a diversas instituciones del medio y la zona; entre estos beneficios, se encontraba el techado total de un predio de las mismas, destinado a uso multiples
Vaya a saber uno, cual fué la suerte, que el club beneficiado resultó ser la Asociación Italiana "Santa Paula"..
Para que... el facultativo en cuestión montó en cólera, y ahí estallo todo, cuando hizo lo imposible para que el tinglado a construirse terminará en esta institución...
Indignados, los huinquenses salieron a la calles y entre persecuciones, piedrazos, insultos,roturas en el coche, al doctorcito no le quedó otra que marcharse del pueblo, para no volver nunca más.
En aquel entonces, mi padre y mi tío eran propietarios de un negocio dedicado al rubro de electricidad del automotor, venta de repuestos, televisores, equipos de comunicación y grupos electrógenoscomo también service permanente e instalción de losmismos, lo que hizo una firma pionera de prestigio y confianza en todo el pueblo y la región.
Tengo el honor y hasta hoy en día , me siento agradecido por todo el aprecio y afecto que se ganaron de tantos clientes que ponían toda su fe en su digno trabajo diario.
Don Amedeo Guzzetta, era uno de esos hombres de campo que confiaba en ellos. Bajito, gordito, tostadito por el sol agrario y de hablar campechano, llegó un día después de los sucesos que habían conmovido a nuestro pueblo.
Años difíciles para nuestro país, antes que cayera en manos de los militares.
Entre mi papá, mi tío y Don Guzzetta sale la conversación de la situación en Argentina; que la economía, la guerrilla, el campo, los políticos de turno, es decir, temas habituales entre los argentinos.
Después de un breve silencio, mi papá se dirige a Don Guzzetta y le dice:
- Y que me decís del chancho- haciendo alusión a lo sucedido en Huinca; a lo que Guzzetta le responde con un:
- ... $ 5 pesos en plaza hizo hoy.. $ 5 pessos, che,, que tal


martes, 7 de septiembre de 2010

Final de un viaje

Realizaba el trayecto Villa Huidobro-Río IV, que cubre diariamente la empresa de ómnibus TUS. Desde el punto de partida, el mismo pasa por Huinca Renancó, donde lo abordé, prosigue su recorrido por varias localidades vecinas del departamente general Roca (Córdoba), hasta llegar a destino: Río Cuarto, antiguamente, hoy lo hace hasta la ciudad de Córdoba)
Uno de los choferes, que ya era conocido por quienes regularmente viajábamos y somos usuarios de dicha línea, era el Sr. Arnaldo "Negro Girotto", oriundo de Huinca Renancó, además allegado familiar, ya que nos unía un cierto parentesco por parte materna
Desde que partimos, las cosas no andaban muy bién técnicamente en el micro... alguién que conoce de mecánica, se da cuenta enseguida cuando el vehículo está fallando.. Así todo el trayecto, y la cara de pocos amigos del "Negro" antes esta situación.
Después de tres horas de insufrible recorrido, llegamos a Río Cuarto.
A cuadras de la terminal de aquel entonces, el bondi dobla una esquina, y se plantó como para allí quedarse no más; después de algunos malogrados intentos de retomar la marcha, nuestro chofer se levanta del asiento y nos dice de mal humor:
-Bueno, señores, hastá aquí llegamos.. la cosa no va más.. bajen sus bolsos, aquel que pueda ir caminando que vaya, sinó se toma un taxí....!!!!
Silenciosamente, agarré mi bolso y sin despedirme de mi pariente, baje del colectivo
y me fuí caminando por las calles de la ciudad hacía el lugar donde tenía que ir.-

jueves, 2 de septiembre de 2010

El escribano Beltrán

Don Roberto Beltrán, fue unos de los primeros escribanos que tuvo Huinca Renancó.
Supo vivir en una antigua casa de porte colonial sobre calle Suipacha al 246, frente a la plaza San Martín, residencia actual del propietario de este blog anécdotistico y otras yerbas que tiene que ver con el arte de escribir..
Curiosamente, donde a diario se elaboran estás llamadas yerbas "literarias" ,de masiva consumisión por lectores adictos a la literatura y el buen leer, don Beltrán tenía su estudio. Detrás de un escrito y colgado en una de la paredes, un gran cuadro con la figura de Domingo F.Sarmiento, completaban el ambiente de la escribanía.
Cierto día, ingresa un paisano a realizar unos trámites.
Mientras don Roberto Beltrán escribía, el cliente eleva la vista hacía el cuadro de Sarmientom y luego mira al escribano:
- Muy parecido a usted era su papá ,Don Beltrán - dice el ocasional cliente; a lo que don Roberto le refuta como enojado:
- Pero no sea animal, hombre... no vé que es Sarmiento!!!!!!